Resumen
Publicada en 1995, "El color del crepúsculo" sería la primera novela de lo que más tarde se llamaría (a medida que Cervera fue publicando) la trilogía, la tetralogía y, por último, ciclo de la memoria. Al ser la primera entrega de dicho ciclo literario, sirve de introducción al pueblo ficticio de la serranía valenciana, Los Yesares, y a su habitantes, quienes serán personajes e incluso narradores recurrentes a lo largo de las novelas del ciclo.
La novela tiene como temas centrales el recuerdo de la infancia y la memoria en términos generales, tanto la personal como la colectiva, y cómo se influyen mútuamente en el entorno familiar y el de la comunidad. La narración está constituida por dos narradores, cada uno con su enfoque temporal. Por un lado, predominan las secuencias narradas por Sunta en primera persona, que relatan acontecimientos del pasado propios de las páginas de un diario en las que la Sunta adulta rememora experiencias pasadas que van desde la niñez a la madurez. Por otro lado, las partes narradas en tercera persona generalmente están narradas en presente y focalizadas en la Sunta adulta días antes de su boda con Arturo. Aunque las dos líneas temporales corren paralelamente la una a la otra, el efecto producido sirve para subrayar la conexión entre las experiencias y los recuerdos de Sunta en el tiempo presente. Así pues, a los lectores se les ofrece una visión de los recuerdos subjetivos de Sunta, quien pese a los silencios que la rodeaban en la infancia, relata, desde su propia memoria, que era consciente de que los de su entorno cargaban con un peso y que esto, aunque no siempre se nombra de manera directa, estaba relacionado con las experiencias vividas y sufridas en el entorno rural durante la guerra civil y la dictadura.
La narración también se caracteriza por una sencillez en cuanto al lenguaje y por una estructura no lineal, que imita el carácter fragmentario de la memoria humana. Es de destacar también el alto número de personajes nombrados, algunos de los cuales se presentan para luego constituir figuras permanentes dentro del universo literario ceveriano, mientras que otros son mencionados porque por algún motivo aún perduran en la memoria de la narradora Sunta. La novela como una reflexión sobre la memoria familiar, la colectiva y la generacional, se resume en una reflexión ofrecida por Sunta al recordar su infancia: “Enlazamos nuestros recuerdos con los que otros nos cuentan y así, poco a poco, se va haciendo grande nuestra memoria”.