Resumen
La Madre de Frankenstein narra, desde la perspectiva de tres personajes distintos, la España de los años cincuenta. La novela da cuenta de la vida de Germán Velázquez, hijo de uno de los mejores psiquiatras del país, quien se exilia a Suiza durante la Guerra Civil española, para poder estudiar psiquiatría. Esta empieza con la vuelta de Germán a España, tras quince años en Suiza, para aplicar un nuevo tratamiento de clorpromazina en el manicomio para mujeres de Ciempozuelos, Madrid. La historia de su partida y regreso a España se encuentra intercalada por la narración en primera persona de Aurora Rodríguez, paciente del psiquiátrico, condenada por el asesinato de su hija, Hildegart, así como también la narración de la vida de María Castejón, una de las trabajadoras del psiquiátrico, criada en el mismo Ciempozuelos por sus abuelos.
Por lo que respecta a aquellos episodios narrados por Germán, estos elaboran, a partir de saltos temporales, la infancia de Germán cuando decide dedicarse a la psiquiatría después de conocer el caso de Aurora Rodríguez, ya que su padre, Andrés Velázquez, conocido psiquiatra durante la Segunda República, fue el encargado de testificar en el juicio por asesinato de esta. Este hecho alimenta su pasión por la psiquiatría hasta que la Guerra Civil lo obliga a marcharse a Suiza a estudiar, dejando a su familia en España. Años más tarde, Germán se enterará de la muerte de su padre y del modo en que este lo manda fuera para que un día pueda volver y continúe con su legado médico. Por tal razón, Germán, con la ayuda de José Luis Robles, director de Ciempozuelos, vuelve a su país para poder aplicar los nuevos tratamientos que se han desarrollado en Europa para paliar los síntomas de la esquizofrenia en sus pacientes.
A partir de ahí, Germán, trabajando en Ciempozuelos, se interesa en Aurora Rodríguez, indagando más en sus años en el manicomio. Durante su etapa de investigación de la vida de Aurora, en un intento por ganarse su confianza, empieza a hablar con María Castejón, la única trabajadora del manicomio que se relaciona cordialmente con Aurora. María Castejón es una joven sin educación a quien Aurora enseña a leer y escribir, criándola como si fuera su propia hija. María siente cierta afinidad con Aurora porque en ese lugar no se ha sentido escuchada por nadie y fue ella quien le da la posibilidad de ascender socialmente al darle una educación. Esta, poco a poco se hace más amiga de Germán y juntos ayudan a Aurora a lidiar con sus paranoias.
De este modo, a partir de los capítulos narrados por Germán y María, observamos cómo empiezan a acercarse el uno al otro, confesándose sus secretos. Es así como Germán le habla a la joven de su matrimonio frustrado con una mujer, familiar de un amigo de su padre, un alemán judío cuya familia se ve forzada a escapar de Berlín, perdiendo a uno de sus hijos durante la Segunda Guerra Mundial. María, a su vez, le cuenta sus años trabajando como limpiadora en una casa de Madrid, mientras estudiaba enfermería. Es allí donde María se enamora del joven médico de la familia, Alfonso Molina, quien la abandona más tarde, una vez ya se han acostado. Pero que luego meses más tarde, cuando ella ya trabaja en Ciempozuelos para poder pagarle el alojamiento a su abuela enferma, vuelve y establece una aventura romántica con ella, prometiéndole el matrimonio. Sin embargo, poco tiempo después, María queda embarazada y se ve obligada a realizarse un aborto, pues Alfonso vuelve a abandonarla para casarse.
Mientras todo esto sucede, Germán se hace amigo de Eduardo Méndez, uno de los médicos del manicomio, quien ayuda a María Castejón a conseguir a alguien que le realice un aborto. Eduardo, que es homosexual, sufre por parte de la orden religiosa que controla el manicomio una serie de malos tratos, asociados a las terapias de conversión, para poder continuar trabajando allí. De hecho, en un momento determinado, convence a Germán para ir a una de las reuniones de estos, pues la imagen pública de Germán está en peligro, debido a que al padre Armenteros y a los demás religiosos del manicomio no les agrada que se intenten aplicar nuevas medicinas en los pacientes, pues, a su juicio, van en contra de la voluntad divina. Eventualmente, Eduardo abandona Ciempozuelos y se va a otro manicomio público donde trabaja con mayor libertad. Por otro lado, Germán sufre distintos infortunios por culpa de Armenteros, debido a que en un momento determinado le obligan a dejar de aplicar clorpromazina en sus pacientes, haciéndolos enfermar gravemente. De hecho, después de hacer eso, una de las pacientes, Rafaelita, gravemente enferma, es violada por un trabajador del manicomio, quedando embarazada. Germán descubre entonces el plan de Armenteros y de la hermana superiora Anselma para robarle el hijo a Rafaelita, pero no consigue evitarlo, pues es amenazado.
Hacia el final de la novela, Germán también ayuda a un amigo de su hermana, Pepe, quien forma parte del partido comunista de forma clandestina y que está en busca y captura, consiguiéndole un lugar en el manicomio en el que trabaja ahora Eduardo donde esconderse del régimen hasta que pueda huir del país. Gracias a esto, en un momento determinado, Pepe le consigue un pasaporte a María Castejón con una nueva identidad, para que pueda escapar tranquila de Ciempozuelos. Esto sucede porque la monja superiora intenta forzar a María a casarse con un viudo de la zona, Juan Donato, chantajeándola con mandarla a la cárcel por haberse realizado un aborto. Por tal razón, María, con la ayuda de Germán, prepara su huida del manicomio, consiguiendo la vida que siempre quiso, gracias a la educación recibida de manos de Aurora. Es por eso por lo que, María, antes de irse, le confiesa a Germán su amor y se acuesta con él, disfrutando de sus últimos meses en el manicomio con él.
La obra finaliza con Germán cuidando de Aurora, quien, a partir de una nueva paranoia, pretende volver a quedarse embarazada para criar al hombre del mañana. Aurora, creyendo estar embarazada, es llevada al médico, donde realmente descubren que tiene un tumor en los ovarios y que no le queda mucho tiempo más de vida. El final tiene lugar con Aurora falleciendo y él escribiendo un libro sobre la vida de esta paciente, dedicado a María Castejón. Germán, que pensaba que volvería a Suiza, termina quedándose en Madrid, luchando por aplicar su tratamiento, casado y con una hija llamada Teresa.