Resumen
En 1937 presenciamos, a través de un narrador en tercera persona, los sucesos acaecidos durante unos días de la Guerra Civil en un conjunto de masías del término de Vila-seca, en la retaguardia republicana de la provincia de Tarragona. De esta manera, mediante dieciséis breves capítulos, se nos presenta una narración coral, en la que destacan múltiples personajes con un protagonismo muy igualado durante la mayor parte de la obra. Con todo, entre los primeros capítulos en que no situamos en la masía de los Joy, la familia de payeses protagonista, y su entorno, y los últimos donde volvemos a este mismo punto, se intercalan unos breves capítulos en los que la trama se bifurca y ganan cierto protagonismo los personajes de Josep Joy, por un lado; y los niños Pineda, hija de Josep, y Anton, su sobrino, por otro.
De este modo, en los primeros capítulos la historia empieza con el que será uno de los principales núcleos temáticos: los bombardeos. Así, tras un primer bombardeo en el que fallece Ramon Joy en Vila-seca, conocemos la presencia de un paracaidista muerto al caer sobre un árbol, la disputa por el agua entre los payeses y la muerte de Malandando –devorado por una gineta– o la aparición de un mago mentalista, al parecer inmortal, Temístocles Solera, con su esposa Patro y un niño huérfano a quien han acogido, Vicenç, quienes después de mostrar su espectáculo se van hacia Barcelona.
Con todo, luego, Pineda y Anton se reencontrarán con Vicenç, apareciendo de nuevo un bombardeo, en el que –como cuenta este último– Patro fallece y tras el que Temístocles es apresado. En este punto es cuando se divide la historia entre Josep Joy, que junto con Vicenç y Joan el de la Fai y su grupo de anarquistas van a buscar a Temístocles a Barcelona –pasando por la Model–; y Anton y Pineda que se quedan en Vila-seca, donde descubren un avión de las tropas alemanas sumergido con provisiones y un par de militares muertos.
Finalmente, Josep Joy volverá a la localidad solo, pues tras rescatar a Temístocles –que había sido apresado por los servicios de inteligencia republicanos al no entender cómo podía ser inmortal– sufren un bombardeo en el que fallecen todos excepto ellos dos, pero tras el que Temístocles también morirá de un rayo, después de pedírselo a Dios al no soportar la muerte de Vicenç. Josep, por su parte, al regresar conocerá el hallazgo de su hija, pero también se encontrará con un aviador alemán que había conseguido sobrevivir y que tras amenazarlos a él y a Pineda recibirá una pedrada del Muni –su cuñado– por la que, sumada a su débil estado de salud, el aviador nazi morirá.
Al final de la obra, Agustí l'Aturat i el Muni, hermano y cuñado respectivamente de Josep, serán llamados a acudir al frente y con su marcha se cerrará la novela. Así pues, esta es, en conclusión, una historia cuya trama se desarrolla en poco tiempo, aunque hay en ella una gran carga de sucesos –entre los que destacan los bombardeos, los conflictos agrícolas y los hechos extraordinarios–, cuyo espacio es casi hegemónicamente el conjunto de masías de Vila-seca –a excepción del breve periplo de Josep Joy en su idea y regreso de Barcelona– y cuyo protagonismo es bastante coral, cosa a la que contribuye el uso de una narrador externo en tercera persona.