Resumen
L'Àngel del no-res es una novela epistolar compuesta por dos partes. En la primera, notablemente más extensa, se reúnen once cartas escritas por Salvador, el protagonista, y dirigidas a su esposa Paula, bajo el título de L'Àngel, y con el nexo común de estar todas escritas en Palma –o, como tradicionalmente es denominada entre los mallorquines, y así lo hace Salvador, Ciutat–. En la segunda parte –El no-res–, más breve, se compilan cinco cartas que, si bien siguen estando escritas por Salvador y dirigidas a Paula, se escriben desde diferentes puntos de Mallorca, pues son escritas a medida que se desplaza el frente de batalla. Por último, la novela se cierra con un epílogo, compuesto por una última carta, esta vez escrita por Dora, la madre de Paula, y dirigida a Salvador; siendo esta la única contestación que él recibe y, por consiguiente, el único cambio de narrador.
A lo largo de la historia, el narrador protagonista cuenta retrospectivamente su infancia y juventud, centrándose en su familia. Salvador cuenta que nace en una familia de fuertes convicciones religiosas, al amparo de la figura del 'conco En Guillem', capellán y padrino de su padre, quien tiene una especial fijación con él, animándole a que sea sacerdote y ofreciéndose a pagarle la carrera que quiera. Él, finalmente, decide estudiar Derecho, haciéndolo a distancia por la enfermedad de su madre, Antònia, que morirá prematuramente. Esto le genera importantes dudas de fe, disipadas después de la muerte de su padre. Tras esto, sus fuertes creencias católicas lo acercarán a los sublevados, llegando a unirse al Movimiento, y yendo, incluso, al frente en la segunda parte.
Esta posición política, sin embargo, lo distancia de Paula –con quien se casa y tienen un embarazo infructuoso–, pues esta es de familia burguesa republicana de fuertes convicciones sociales. El distanciamiento entre ambos y sus propias tribulaciones, especialmente, tras conocer que sus compañeros han asesinado al hijo del doctor Timpano, quien atendió a su madre, lo llevarán a desconectar totalmente de la situación de su esposa.
De esta manera, si durante la primera parte él narra su historia, intentando justificarse a ojos de Paula, escribiendo las cartas para ella, pero sin enviársela –son lo que le gustaría decirle y no ha podido–, tras su marcha al frente se las deja para que las lea y le envía desde el frente otras en las que advertimos su radicalización. Ella, sin embargo, no le responde, con lo que él acaba amenazándola y volviéndose agresivo. En el epílogo, escrito por Dora, tras leer todas las cartas, esta le hace saber que su hija murió antes de poderlas leer, cosa que él desconocía, y manifiesta su preocupación por cómo él ha perdido el juicio.
La novela combina, por tanto, la narración en pasado de su vida, con su progresivo posicionamiento durante el inicio de la Guerra Civil y sus acciones, sobre todo, en su segunda parte. El género epistolar, con cartas que no esperan, al inicio, una respuesta, sino que son, más bien, un desahogo, nos permite acceder a una perspectiva muy íntima de la relación entre Salvador y lo que va sucediendo, así como ponerlo en el contexto de su vida, por él narrada.
Finalmente, cabe destacar la aparición en ciertos momentos de l'Àngel del no-res, que da título a la novela, del que apenas tenemos datos. Este es una presencia simbólica indefinida de la muerte, del final o, simplemente, como su nombre indica, de la nada, que aunque primero es presentado como un miedo del protagonista, al final, se convierte en un refugio al que él mismo apela.