Resumen
La novela recorre la vida del escritor Ramiro Pinilla García durante sus primeros 37 años, desde que es un niño hasta que, consolidado como novelista, gana el Premio Nadal en 1960.
En su infancia, la vida de Ramiro gira alrededor de su familia, formada por su hermano menor, Poteto, y sus padres, Margarita y Ramiro. Nacido en Bilbao, Pinilla crece como un niño tímido y honesto quien, desde muy temprano, muestra curiosidad por la escritura. En verano, como una tradición asentada prácticamente desde su nacimiento, marcha con su familia a Getxo, donde veranea en el caserío Arrune junto a la familia Uribe Bilbao y comparte la vida con el resto de los aldeanos. Allí Ramiro siente su verdadera pertenencia y vive los momentos más felices de su infancia, especialmente junto a su amigo Juanito, a quien admira profundamente, y su primer amor, María Luisa. En el colegio, sin embargo, su carácter apocado no le permite tener demasiados amigos y el suicidio de su único colega, Luis María Fité, provoca en él un fuerte impacto.
Poco tiempo después, su camino a la adolescencia queda marcado en el verano de 1936. Ramiro vive en Getxo el inicio de la Guerra Civil y experimenta el bombardeo sobre el municipio, así como los efectos que la guerra causa sobre el pueblo y sus habitantes con el paso de los meses. Con el regreso a Bilbao, el joven se refugia en la escritura y, cuando vuelve a la escuela, empieza a escribir relatos y a realizar pequeños trabajos para conseguir algún dinero y sobrevivir a la miseria que golpea a su familia. Una vez terminado el colegio, inicia sus estudios en Maestría Industrial en la Escuela de Trabajo, al tiempo que su timidez lo convierte en asiduo lector. Así, sobre el año de 1939 comienza a escribir sus primeras novelas.
La ilusión y el dolor amoroso marcan su juventud cuando empieza a salir con Angelines, una joven dependienta que vive en las chabolas de las afueras Bilbao. Al tiempo que termina la Maestría, escribe novelas policiacas y, gracias a la intercesión de su madre, publica una bajo el pseudónimo Romo G. Girca. Unos años después, incitado por su amigo Bernardino Lapeyra y por la frustración de su trabajo como mecánico en un taller, se inscribe en la Academia de la Escuela de Náutica de Bilbao, donde estudia en la Academia en la Sección de máquinas de la Marina Mercante. Al terminar la formación, en el año de 1946, empieza sus prácticas de navegación en el Mar Rojo. Sin embargo, el periodo en alta mar, duro, tedioso y exigente, afecta negativamente a la hipersensibilidad de Ramiro, quien se ve confortado únicamente por su máquina de escribir, y rechaza toda posibilidad de dedicarse a la marina. Además, en su regreso a Bilbao, el joven conoce a Begoña y se enamora de la muchacha, a quien escribe asiduamente durante su segunda empresa en el Mar Cantábrico, la motonave que pone fin a sus prácticas. En 1948, Ramiro obtiene el título de segundo maquinista y decide abandonar definitivamente la profesión, aunque, como en el Mar Rojo, aprovecha el tiempo en la mar para leer y reafirmarse en su deseo de ser escritor. Un año después, empieza a trabajar como oficinista en la Fábrica de Gas del Ayuntamiento y ya en 1951 contrae matrimonio con Begoña.
Para cumplir sus deseos de construir una casa en el Getxo de su infancia, Ramiro compagina su trabajo en el ayuntamiento colaborando por las tardes como escritor de cromos en la editorial Fher. Pronto nace su hija Margarita Begoña y, poco después de pagar la entrada de su terreno, nace Pinín, su segundo hijo. La familia se traslada a Walden, la casa de campo de Getxo, en 1958, año en que nace su tercer hijo. Sin embargo, las deudas y la decepción de la granja ahogan a Pinilla, que también se ve sobrepasado por sus dos empleos. En 1960, empieza a escribir un relato inspirado en la historia de un buque encallado en la costa de La Galea con el objetivo de ver reconocida su escritura. La redacción de la novela, que titula Las ciegas hormigas, lo anima a superar las adversidades por el bienestar de su familia y se ve reconocida con la concesión del Premio Nadal. Además de permitirle viajar a Barcelona para cobrar el dinero, el galardón supone el reconocimiento definitivo de su carrera como escritor y el punto álgido de una vida marcada por la lucha resiliente frente a las adversidades.