Resumen
La historia sigue a Martín Gil, un joven estudiante que comienza a investigar el pasado de su familia. A través de conversaciones con el profesor Luis Michelena, Martín explora su conexión con sus raíces vascas, especialmente con su madre, que murió cuando tenía cinco años, y con su padre, Pablo Gil, cuya vida estuvo marcada por su participación en la Guerra Civil Española.
A partir de recuerdos fragmentados de su madre, una melodía que le aparece todo el tiempo, y cartas de su padre, Martín reúne las piezas del rompecabezas de su historia familiar. Pablo aparece como una figura distante, profundamente marcada por los horrores de la guerra. Sus experiencias durante la guerra se describen detalladamente.
Pablo, primero soldado en la Guerra Civil Española, vive los horrores de Belchite, donde la destrucción y la muerte de su compañero Antón, que se sacrifica por él, destruyen sus ideales. Años después, su hijo Martín viaja al pueblo vasco de Zeruondo para comprender las cicatrices de la guerra y el legado de su padre. Como maestro en Zeruondo, Pablo intenta transformar la enseñanza en algo más humano, pero se enfrenta a la oposición de Don Gregorio y los vecinos, que ven sus métodos progresistas como una amenaza.
Personajes como Inaxio y la familia de Mikela y Mattin, cuyo hermano Pello lucha en la División Azul, reflejan el conflicto entre tradición y modernidad y el peso de los recuerdos de la guerra.
Al final de Quiero ver, Pablo se ve cada vez más abrumado por las tensiones y los conflictos en Zeruondo. La comunidad del pueblo lo observa con creciente desconfianza, especialmente por su relación con Mikela y sus métodos pedagógicos progresistas. Mikela, dividida entre las expectativas familiares y sus propios sentimientos, muestra su afecto por Pablo, pero la posibilidad de un futuro juntos sigue siendo incierta debido a las restricciones sociales y los traumas de guerra que él carga.
Paralelamente, Inaxio entrega cartas de Pello, el hermano de Mikela, que reflejan los horrores de la guerra y el anhelo de regresar a la normalidad. La abuela Kaxilda, gravemente enferma, simboliza la fragilidad de la vida y el peso del pasado. La naturaleza, representada por la colección de plantas de Pablo, se convierte en un refugio para los personajes, pero contrasta con las tensiones crecientes en el pueblo.
El desenlace deja abierta la pregunta de si Pablo logrará encontrar su lugar en Zeruondo o si terminará fracasando. La obra cierra con una poderosa reflexión sobre una comunidad atrapada entre la tradición y el cambio, y un hombre que lucha por preservar su humanidad en medio del rechazo y los recuerdos de la guerra.