Resumen
"Euskadiko oroitzapenak” (“Recuerdos de Euskadi”) es uno de los 23 relatos del libro de narraciones titulado Ospa de Juan Luis Zabala. En el libro prevalecen, en general, la necesidad de evasión y las sensaciones de extrañeza, aunque no exista un tema común claro que hilvane todos los relatos. Esta narración narra desde un punto de vista melancólico, pero igualmente hostil, lo vivido por un punki madrileño en su juventud en el País Vasco de los 80; el paso del tiempo es lo que provoca, en este caso, la hostilidad que siente el narrador. El relato es un testimonio narrado en primera persona, ya que se dirige al lector para ofrecerle el testimonio de lo que vio en Euskadi en los años 80: “orain hurrengoan, zuk Euskadiko nire oroitzapenen berri jakin nahi zenuela esan zenidanean…” (Trad. "Ahora, la próxima vez, cuando me dijiste que querías conocer mis recuerdos de Euskadi..." (pág. 94).
En abril de 1987, el protagonista se acercó a Gernika para asistir a los actos y celebraciones que se organizaron con motivo del 50 aniversario del bombardeo. Al aniversario se sumó la celebración del recién vivido Aberri Eguna, con lo que la izquierda abertzale organizó unas jornadas de gran intensidad en Gernika: del 16 al 26 de abril se celebró el mítico festival gigante bajo el lema "Marcha eta Borroka" del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. El protagonista rememora aquellos días y alude directamente al bombardeo de Gernika: "(...), Madrildik Gernikara joandakoa asteburu bat pasatzera, herri horren bonbardaketaren 50.urteurrena zela-eta antolatu zen mobida handiak erakarrita, eta gero Euskadin gelditu zena bolada batez” (Trad. “(…)el que fue de Madrid a Gernika a pasar un fin de semana, atraído por aquella gran movida que se organizó con motivo del 50 aniversario del bombardeo de esta localidad, y que luego residió en Euskadi durante un tiempo") (pág. 87). Tal y como se explica en la cita, la marcha a Gernika supuso para el protagonista una estancia temporal en Euskadi, concretamente en Orereta. Narra las peripecias de los incidentes, militantes, punkis y manifestaciones allí conocidos, reflexionando de esta manera sobre el conflicto ideológico, tanto el que uno podía tener consigo mismo como el que podía surgir entre amigos y afines.
El festival celebrado en 1987 pone de manifiesto que Gernika se ha convertido en el principal centro de memoria para los vascos, ya que la guerra del pasado se compaginó con la lucha de actualidad (años 80) en la localidad de Gernika. A la jornada se acercaron personas de todo el mundo, como representantes sudafricanos, palestinos y saharauis, así como miembros del partido irlandés Sinn Féin. Esto muestra la especial significación internacional de Gernika, que tampoco en este caso es un simple hecho histórico, ya que se representa como un símbolo universal de resistencia.