Nuestra parte del trato

Durante el verano de 1938, en plena Batalla del Ebro, el Servicio de Inteligencia y de Policía Militar, es decir, el ser vicio de espionaje del gobierno de Franco envía a Barcelona a un espía con el encargo de apoyar a unos militantes del POUM que pretenden asesinar al presidente del gobierno de la República, Juan Negrín. A cambio del atentado, del que los fascistas esperaban beneficiarse por considerar a Negrín como máximo impulsor de la Batalle del Ebro, los asesinos del presidente de la República recibirían, cada uno, 100 dólares y un pasaporte que les permitiría huir a través de Francia. Urquiza, el espía, se ve obligado a aceptar la compañía del teniente Castro, un carlista radical cuya presencia resulta inexplicable en tan arriesgada aventura. Una vez en Barcelona, Urquiza comprueba que su misión es aún más complicada de lo que parece y que están en juego cuestiones de enorme envergadura para republicanos, fascistas, alemanes y soviéticos. Así comienza un complejo juego de espías dobles, traiciones y personalidades supuestas. Urquiza se mueve por la Barcelona de la guerra perseguido por todos intentando cumplir con éxito lo que considera su misión más importante: sobrevivir.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2015)