Resumen
Un anciano escritor comunista catalán, acompañado por un joven estudiante, viaja a Derbent (Daguestán), para esparcir las
cenizas de su esposa rusa en los parajes del Cáucaso de donde procedían sus antepasados. La obligada escala en Moscú le supone volver brevemente a la capital de antigua Unión Soviética, donde transcurrió su exilio desde el fin de la Guerra Civil hasta el regreso a Barcelona en tiempos de la Perestroika. Tras cumplir su propósito, fallece en esa lejana ciudad y, cuando el amigo recoge sus pertenencias, descubre entre ellas un diario. En sus páginas, el viejo exiliado había ido reflejando sus experiencias después de instalarse de nuevo en Cataluña, así como las reflexiones suscitadas por los recuerdos de su vida y su compromiso político en la URSS durante cuatro décadas.
Resultado del final de una existencia y símbolo de la consunción de unos ideales servidos con pasión, las cenizas lanzadas al viento del Cáucaso constituyen una eficaz metáfora de los diversos elementos que se entrecruzan en esta compleja novela y que, de una forma u otra, tienen que ver con el exilio. En el más inmediato está la soledad del cuidador de una enferma terminal, enfrentado a su dolorosa decadencia y a su próxima muerte mediante un nostálgico recuento de lo que ella fue y representó para su vida. Las primeras imágenes, en la Barcelona de vísperas de la guerra, dibujan su apasionada relación
con una bella y desenvuelta espía del NKDV. Un credo, el de la esperanza de un mundo igualitario y mejor, al que el joven escritor se adhiere firmemente y bajo el que lucha durante toda la Guerra española.
Ella será también quien lo rescate del campo de concentración de Argelés pocos meses después de la derrota y, ya casados, quien lo lleve a Moscú. Las cuatro décadas de exilio vividas en la Unión Soviética constituyen el elemento central en torno al que giran todos sus recuerdos: la confiada adhesión al sistema de los primeros tiempos, las crecientes dudas suscitadas por la opresiva censura del régimen estalinista, las difíciles condiciones de vida, su paso por el Gulag y, más tarde, la progresiva desilusión que, ya en vísperas de la disolución de la URSS, lo impulsará a volver a Cataluña con su mujer. Después, combatiendo el sentimiento de extrañeza que le supone reincorporarse a su patria de origen —puede hablarse de un nuevo exilio— el escritor, que no reniega del ideal comunista, reflexiona sobre las causas del desmoronamiento del Estado soviético y se pregunta sobre su silencio culpable en tantos momentos.
(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2015)