Un tango pour la vie

El tango al que alude el título es "Adiós, muchachos", cantado por Carlos Gardel. Es la música que acompaña las vidas paralelas
de dos jóvenes madrileños, que viven ilusionados el nuevo horizonte que la II República abre a los españoles y la defienden
en los difíciles años de 1936 a 1939. Con la derrota, ambos jóvenes siguen a sus respectivos padres por un exilio francés en el
que conocen todo tipo de penalidades. Inmerso ambos en la Resistencia, es entonces cuando sus vidas se cruzan por primera
vez en circunstancias difíciles. Esos dos jóvenes son los padres reales de la narradora, Colombe, que siente la necesidad de conocer quiénes habían sido sus progenitores y cómo habían llegado a la región francesa de Corrèze.
Aunque el libro se refiere a las vicisitudes de dos concretas familias españolas que tuvieron que exiliarse en Francia en
1939, en realidad es un homenaje a los miles de familias españolas que sufrieron parecidas penalidades entre 1931 y 1945.
De la historia del padre lo más emotivo es la descripción de los avatares por media Francia, desde los campos de internamiento cercanos a los Pirineos, pasando por los trabajos forzados para los alemanes en la costa del atlántico, hasta llegar a la región de Corrèze. En la historia de la madre los capítulos mejores son los que se refieren a su vida adolescente en Madrid, cuando la República abre a las mujeres la posibilidad de emanciparse a través de la educación.
El libro en un buen ejemplo de toda una literatura desconocida en España: la de los descendientes de republicanos españoles
en Francia que, en los últimos años, vienen reivindicando la memoria olvidada de quienes en su país de acogida siguieron
luchando en la Resistencia por la libertad que habían perdido en España.
Prólogos de Manuel Rivas y de Paul Estrade.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2015)