El grupo. 1964-1974

El grupo narra la historia política de los diez años anteriores al fin de la dictadura franquista a través de varios personajes, todos ellos universitarios de clase media que, en un principio, se reúnen por afinidades político-intelectuales y por su participación en la FUDE, el sindicato universitario ilegal, y posteriormente pasan a formar parte de una organización de inspiración maoísta. El relato se abre y se cierra con la experiencia de Marta, comenzando con su detención en 1964 durante una manifestación de Comisiones Obreras cuando, sin saber bien lo que está haciendo, es detenida mientras intenta repartir unos panfletos, y terminando con su abandono de la organización por puro cansancio vital después de diez años de clandestinidad y militancia. Los acontecimientos políticos de la época se relatan desde el punto de vista de los personajes centrales y cada capítulo lleva como apéndice documentos tales como textos legales, fragmentos de declaraciones políticas o de textos periodísticos referentes a los temas o acontecimientos correspondientes al periodo en cuestión. La evolución personal de los personajes centrales se mezcla así con los acontecimientos políticos con mayor o menor énfasis en una u otros, dependiendo de cada momento.
La novela de Ana Puértolas se lee con interés y facilidad, los personajes resultan próximos y creíbles y su evolución comprensible. Sin embargo, puesto que el punto de vista varía de unos capítulos a otros, hubiera sido de desear una variedad de voces, algo que no se percibe. La presencia de un narrador omnisciente resulta especialmente fuera de lugar cuando la autora —independientemente del acierto o no de sus opiniones— interviene para explicar o justificar la ingenuidad, el dogmatismo o sectarismo del grupo (“En cualquier caso, errores los cometieron todos, los partidos más ortodoxos como el Pecé, los maoístas del Pecemeele, los troskistas, ácratas y demás,...») o condena la admiración soterrada de la izquierda de entonces por ciertas acciones de ETA (“Han sido necesarios muchos muertos ... para que nos diéramos cuenta de la aberración que encerraba la política de aquellos antifascistas terroristas».) Es curioso saber que este grupo es en gran medida el mismo que sirve de inspiración a La larga marcha de Rafael Chirbes, puesto que tanto este como Puértolas militaron en la misma organización durante sus años universitarios.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2016)