Los descendientes del musgo

El narrador-protagonista de esta novela es un pastor y quesero que rememora en un largo y caótico monólogo su vida en un mundo rural, primitivo y violento. La Guerra Civil aparece indirectamente en dos episodios sueltos: en uno de ellos asistimos a la descripción de una brutal tortura y posterior asesinato del médico republicano del pueblo a manos de un grupo de falangistas. El otro episodio se refiere a los paseos y fusilamientos que ejecutaban los de las “camisas azules”: “Hoyos corridos y profundos hicisteis en la noche oscura. Llegabais como lobos silenciosos y el ángel que unos llaman justo y otros del odio y la codicia os indicaba las moradas de los hombres que decían que habitaban la iniquidad. Y arrancados de las temblorosas manos paternas, o del espanto que la mirada de los hijos, los hermanos o la esposa fosilizaban en la memoria hurgadora, los arreabais camino de la camioneta que habíais dejado a la entrada del pueblo con los faros apagados. Alumbrados por la luna los hacinabais para cumplir su condena de futuro abono de la tierra … Los buscasteis con la gran pala de las mil llaves y con el gajo de las horas, con risas de búho y sombreros de cabra renegrida los buscasteis. Y luego cavasteis hoyos corridos y profundos para llenarlos de carne estremecida”.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2016)