Resumen
Árbol de familia es una novela que explora, traza y desarrolla el árbol genealógico de una voz narradora que podemos identificar con la autora de la novela, María Rosa Lojo, sin que su posicionamiento acapare el centro de la escena; está, sin embargo, presente en ese develamiento que constituye este texto literario.
La estructura está planteada mediante la división entre línea paterna y línea materna. Sobre la base de esa bipartición estructural se desenvuelven, de manera muy sucinta, características, peripecias y pasiones de los distintos miembros de la familia, con especial focalización en aquellos más cercanos en grado de vinculación con la narradora, pero también en aquellos no tan cercanos en línea sanguínea y que sin embargo aportan excentricidad y episodios destacables.
Claramente, las figuras del padre (Antón el rojo) y de la madre (Ana, la bella) reciben una atención notoria, así como también la figura del hermano de la narradora, Fito. En lo que respecta a estos dos últimos personajes de la trama familiar, es pertinente además mencionar que hay una señalada expresión de sufrimiento por parte de la voz que conduce el relato, y al mismo tiempo, de intentos de comprensión a través de los cuales son abordados aspectos de la personalidad complejos y sin resolución. En ese sentido, la conducta por momentos ensimismada e incluso en algún punto abandónica, la permanente insatisfacción y el suicidio de la madre, así como las consecuencias de los comportamientos de Fito, el hermano de la narradora, en términos de salud mental y obsesiones, son dos ejes de gran incidencia en la narración. La figura del padre es asimismo central, y resulta funcional para la introducción de temas que atañen a los desplazamientos de España a Argentina, a la cultura del trabajo y la laboriosa construcción –literal y simbólica– del hogar.
Sobresalen también, por esas ramas que ascienden por el árbol genealógico, artistas, militares, mujeres que realizan diferentes actividades, como tareas domésticas, ventas, costura, tareas que se habían asumido como “de cuidado”.
El recorrido que configura la memoria de la propia familia no deja de interpelar problemáticas que atañen a la memoria de muchas otras personas y familias en relación con el pasado español, como el peso que las cuestiones políticas tienen en la vida de los pueblos, la necesidad de adaptarse al hecho de alejarse de la tierra de nacimiento, la inmersión en la tierra de acogida y lo que supone.