Resumen
La voz autorial, presente en el prólogo y el epílogo, relata su hallazgo de un manuscrito, en la Fundación Pablo Iglesias, en Madrid, a finales del siglo XX. Se trata de un diario atribuido a Justo García, un antiguo trabajador de Artes Gráficas, sindicalista de la UGT, enrolado como soldado republicano durante la guerra civil, y que terminaría embarcado en el buque Sinaia rumbo a México desde Francia en mayo de 1939. Esa misma voz autorial parcela y organiza el diario de Justo García en cuatro partes. En la primera de ellas, García narra la penosa retirada de su brigada, capitaneada por Almada, hacia el norte de Cataluña, rumbo a Francia. En la segunda parte, el diario se centra en la no menos precaria condición de refugiado de García y su amigo Thomas Lechner en el sur de Francia, en el campo de refugiados de Saint Cyprien y, posteriormente, en Toulouse, alojados en casa de la mezquina Madame Barbizon. En la tercera parte, según nos cuenta el diario, García y Lechner marchan a París para tratar de conseguir pasajes en el Sinaia, uno de los buques que, por medio del SERE (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles), debían trasladar a los refugiados españoles a América, concretamente a México. En la cuarta parte, García narra el penoso viaje del buque desde Sète (en el sudeste francés) hasta Veracruz, entre el 25 de mayo y el 13 de junio de 1939, con mil pasajeros a bordo, y sin apenas recursos que permitan su manutención. Será en el Sinaia donde Justo, que viaja con su inseparable Lechner, se reencontrará con el capitán Almada y la esposa de este, Clara Zabala. La hija de Justo, Estrella García, residente en México DF, le explicará a la voz autorial, en 1997, que su padre contrajo matrimonio en 1947, después de la muerte de Almada, con Clara. Tras varias décadas trabajando para la editorial de El Colegio de México, García regresó a España en 1975, ya jubilado, tras la muerte de Franco, aunque fallecería meses después, en 1976, a causa de un cáncer.