Resumen
Se trata de una novela intelectual, con una estructura narrativa fragmentaria y una cronología no lineal. De modo que sobre los capítulos y escenas se acumulan, como si se tratara de la forma de la memoria, múltiples espacios de conflicto del siglo XX, personajes históricos, referencias y digresiones filosóficas. Esto otorga al texto un carácter experimental. Aunque, si hay algo que destaca en Coronel Lágrimas es el narrador heterodiegético editorial, altamente crítico, que se entromete, emite comentarios irónicos, apela al lector y, sobre todo, se mantiene ambiguo sobre la naturaleza real del protagonista, el Coronel. Se insiste en sus múltiples rostros y se deja en las sombras su identidad.
El presente de la acción nos traslada a los Pirineos del principado de Andorra, donde el Coronel se ha exiliado y vive en aislamiento. En ese locus narrativo, el espacio y el tiempo parece plegarse y coexistir todas las vidas del personaje. Se nos dice con insistencia que le queda poco tiempo (tiene 83 años y está enfermo) y se nos detalla el acto de escritura al que el personaje se aboca. Un “alocado proyecto autobiográfico mediante la escritura de un catálogo megalomaníaco de vidas ajenas. La vida escrita en espejos, la vida vuelta ajena, la vida vuelta múltiples vidas”. El proyecto pasará por varios títulos (Acqua Vitae. Retratos de Tres Divas Alquímicas, Los Vértigos del Siglo), con él perfilará la biografía de Anna María Zieglerin, de Cayetana Boamante y de otras personalidades. Todos los sujetos que aparecen en su investigación le servirán para borrar la memoria sobre su propio pasado.
Desde allí la narración viaja a momentos clave del siglo XX, con referencias a eventos históricos que afectaron el orden mundial y en los que el Coronel ha participado con labores intelectuales. Desde la Guerra de Vietnam, donde intervino como analista, hasta la Guerra Fría o los movimientos revolucionarios en América Latina. Especial importancia en la narración tiene México, ya que se vincula a la migración del padre y a Maximiliano Cienfuegos, un antiguo admirador del matemático, algo así como un discípulo, con quien lo une una extraña fascinación. Se convierte en el interlocutor por medio de postales-cartas del proyecto narrativo del Coronel.
En esta línea, aparecen referencias a la matanza de Tlatelolco (Ciudad de México, 2 de octubre de 1968), en tanto tragedia histórica que influyó en la conciencia política del personaje. Pero también se menciona París, como un punto clave en la formación intelectual y en la evolución del pensamiento político del Coronel.
Cabe destacar que, aunque la novela no se centra directamente en la Guerra Civil española, sí se presenta la contienda como antecede de la lucha ideológica del siglo XX, afecta, así, tanto a la vida personal del Coronel como a la trayectoria de Occidente. El padre del Coronel, Vladímir Vostokov, de origen ruso, emigra a México pero el 12 de agosto de 1936 vuelve a cruzar el Atlántico para luchar por el bando republicano. Dice la novela: “La guerra civil española es el epicentro político del globo y nuestro ya olvidado pater anarquista es una especie de político global avant la lettre. Su lema: anarquía es orden”. Así, el padre llega a San Sebastián-Donostia, cuando “cientos de Junkers alemanes convierten la ciudad en una fiesta explosiva”. Dos semanas más tarde muere por una granada en la Guerra Civil, cuando el protagonista tenía 12 años. El niño y su madre, de origen judío, cruzan los Pirineos y en 1940 el pequeño cumple años en el París ocupado por los nazis. También sabemos que acabará en un orfanato parisino, el narrador nos devela fragmentos del informe del psicoanalista Jacques Truffaut. En los papeles aparece el conflicto con la lengua materna.
La novela enlaza líneas históricas que unen personajes y hechos, tal como el nacimiento de la insignia anarquista, desde la primera conjunción de las letras alfa y omega, realizada por Stephan Michelspacher (1614), a la apropiación de Giuseppe Fanelli (1868) para la Asociación Internacional de Trabajadores Españoles, hasta el miliciano que la lleva en su casco en pleno campo de batalla español.
Debido a la focalización casi completa en la figura del Coronel la novela tiene pocos personajes en los que se detiene el narrador, además del padre y Maximiliano Cienfuegos, destaca la presencia de la madre, Chana Abramov. De ascendencia rusa e inclinación revolucionaria, la progenitora parece ser uno de los pocos personajes a los que vuelve con insistencia el Coronel en todos los momentos de su vida.
Aunque en la trama no se menciona su nombre, la “Ficha bibliográfica” con la que se cierra la novela indica que el personaje del Coronel se inspira en la vida del matemático francés Alexander Grothendieck.