Magdalenas sin azúcar

Felipe es un joven campesino, hijo mayor de un terrateniente rico que, en contra de la tradición, convive con sus jornaleros como uno más. Se casa con María, la hija del maestro del pueblo, a quien también pretendía su hermano menor, Braulio, que, al contrario que su hermano, no se interesa por la vida del campo y se va a Madrid a estudiar Derecho. Cuando estalla la Guerra Civil, los dos hermanos luchan en bandos contrarios. Terminado el conflicto, Felipe regresa al pueblo y se encuentra
con una situación desoladora: han asesinado al padre de María por sus ideas republicanas y a él lo encierran en la cárcel de Cuenca, sin que su hermano haga nada por ayudarlo. En una de las múltiples visitas de María a la cárcel conoce a Clara, que va a visitar a su padre, el único familiar vivo que le queda, pues los demás han sido asesinados a sangre fría al llegar los moros y los falangistas a su pueblo. Clara, además, está embarazada de una violación múltiple. Cuando en una de las siguientes visitas a la cárcel Clara conoce que han fusilado a su padre, acepta la invitación de María para ir a vivir con ella y con su hijo pequeño, Miguel. Tras años de cárcel en los que sufre todo tipo de torturas y vejaciones, Felipe es liberado, vuelve a su pueblo y rehace la vida con María y Miguel, pero también con Clara y Antonia, su hija fruto de la violación.