Resumen
Dime quién soy comienza con la llamada inesperada de la tía Marta a su sobrino Guillermo, un periodista cuya carrera profesional se encuentra estancada. La voz de Marta, firme y enigmática, le ofrece un encargo que cambiará su vida: investigar la identidad y el pasado de su bisabuela, una mujer cuya historia ha permanecido oculta durante generaciones. Para ello, le entrega una fotografía antigua, el único rastro tangible de aquella figura misteriosa. A partir de este punto, Guillermo se adentra en una investigación que lo llevará a recorrer algunos de los episodios más convulsos del siglo XX.
La novela alterna entre la voz de Guillermo, que reconstruye el pasado a medida que avanza en su investigación, y la de un narrador omnisciente que nos transporta a los momentos clave de la vida de Amelia Garayoa. La joven, una madrileña de origen burgués, comienza la trama casada con Santiago Carranza, un empresario conservador, sin embargo, a partir de su despertar político y tras enamorarse de Pierre, un comunista francés, abandona a su esposo y a su hijo. Esta decisión la lleva a una vida de constantes viajes, peligros y transformaciones ideológicas.
Pero la estructura narrativa también deja espacio a otras voces y perspectivas. Si bien Guillermo actúa como narrador homodiegético en los capítulos en los que relata su investigación, muchos de los sucesos se cuentan a través de testimonios de personajes secundarios que conocieron a Amelia. Este recurso le otorga al relato una sensación de biografía reconstruida, aportando distintos puntos de vista sobre la protagonista.
Es así como, a través de las voces de los otros y los documentos, el periodista recompone los fragmentos de la historia de Amelia Garayoa, dejando claro que su bisabuela desafió las normas de su tiempo y se convirtió en espía en medio de grandes conflictos históricos que marcaron el destino de Europa y Latinoamérica. Desde la Segunda República y la Guerra Civil española hasta la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín. Por otro lado, el carácter documental de la narración es reforzado por topónimos que se asocian a episodios históricos fundamentales: el Madrid de la Segunda República y la guerra civil; París como centro de conspiraciones políticas y de la resistencia antifascista; Berlín como símbolo el horror del nazismo y más tarde el espionaje de la Guerra Fría. Buenos Aires, Moscú o Varsovia también se convierten en escenarios fundamentales de la novela, reflejando las tensiones geopolíticas del siglo XX.
En definitiva, Dime quién soy aborda la pugna entre ideología, identidad y supervivencia en el siglo XX, la traición y la lealtad, el amor en tiempo de guerra. A través de la figura de Amelia, también se exploran los horrores de los campos de concentración polacos y alemanes, la brutalidad de los regímenes totalitarios y las redes de espionaje que operaban en la sombra. Se visibiliza, igualmente, el papel de las mujeres en los conflictos bélicos. En este proceso de reconstrucción histórica, Guillermo no solo desentraña el pasado de Amelia, sino que también se enfrenta a las verdades incómodas de su propia familia, descubriendo que la historia personal y la historia colectiva están profundamente entrelazadas.