Santander, 1936

En esta novela se relata la juventud de Álvaro Pombo Caller en los años y meses previos al estallido de la Guerra Civil. Cabe destacar que el protagonista, también llamado Alvarín, es tío del autor del libro. Tras volver de Francia, donde ha estado estudiando, Alvarín intenta adaptarse a la nueva situación en la que se encuentra su familia, donde su madre ha abandonado el núcleo familiar y se ha ido a París para trabajar de la alta costura y su padre intenta sobrellevar la tristeza que este abandono le ha producido. De esta manera, la relación con sus padres se perfila muy diferente, pues Alvarín solo tiene relación de correspondencia por carta con su madre, a la cual no perdona su abandono, mientras que por el contrario, la relación con su padre es profundamente estrecha y comunicativa. Ante la situación que vive en su casa, Alvarín se une a Falange Española, lugar que toma como refugio, tomando los valores de la organización y los códigos de conducta como suyos. A ello se suma la situación política convulsa de España, la tensión política entre izquierda y derecha que provoca que Álvaro sienta su vida tambalearse, por lo que Falange Española se erige como una buena opción a sus problemas.

Como contraposición al personaje de Álvaro se encuentra su padre, Cayo Pombo, el cual es un republicano liberal y agnóstico que no se acostumbra a la nueva situación ni a las nuevas directrices de la República. Durante la historia, se presentan variedad de escenas en las que Álvaro y su padre mantienen conversaciones sobre la situación actual en un tono respetuoso y amable, sobre un pasado que era mejor y un futuro imprevisible, en el que la inminente guerra intuyen que lo va a cambiar todo. Asimismo, la familia de corte burgués observa como los privilegios de la monarquía y los suyos comienzan a cambiar, en un nuevo mundo en el que deben comenzar a adaptarse a los cambios sociales. Mientras, en la política y en la calle el ambiente se va caldeando más, Álvaro cada vez se adentra más en los preceptos de Falange, reflexionando sobre amistades del otro bando que se da cuenta que no puede mantener.

La escalada de tensión llega a tal punto que en una de las peleas comunes callejeras entre falangistas y republicanos, Alvarín es encarcelado en el barco prisión Alfonso Pérez. Durante todo su encarcelamiento Alvarín se siente orgulloso del grupo al que pertenece sin arrepentirse de la situación en la que está, más bien contento de la experiencia que comparte con sus compañeros. A pesar de que el padre intenta acudir a contactos republicanos para conseguir la liberación de su hijo, todo resulta en vano y Alvarín muere en uno de los fusilamientos. La pena por la muerte del hijo también llevará a Cayo Pombo a su fallecimiento justamente al finalizar la Guerra Civil.