Trilogía de la Guerra

En septiembre del 2014 el narrador llega a la isla de San Simón situada en la ría de Vigo, para trabajar en una encuesta sobre la utilización de internet como espacio y herramienta de creación. Las reuniones de trabajo son lo que menos le interesa al narrador que se dedica a recorrer la isla y a reflexionar sobre la vida y lo que va viendo y haciendo fotos. Terminadas las jornadas, el narrador decide quedarse para buscar huellas olvidadas de la guerra y encuentra testimonios de unos mil presos, de los cuales más de la mitad ya han muerto: quejas de los malos tratos, de los piojos, del hambre, de las enfermedades, del tifus.

Una noche, oye un ruido extrañísimo y se da cuenta que es la «manifestación del puro amor»; el ruido le persigue y siente un intenso mareo y trata de llegar a la cama: «A partir de ese momento, mi rastro se pierde por espacio de casi un año. No guardo recuerdo de ese período».

Después de esta primera parte, la segunda se desarrolla en Nueva York y el narrador, Kurt, un astronauta que subió a la luna con Armstrong y veterano de la guerra de Vietnam, conoce a unos supervivientes de la guerra civil española quienes le descubren algunos ejemplos secretos de solidaridad ocurridos en la isla de San Simón al acabar la Guerra Civil.

En el libro tercero, una mujer recorre las costas de Normandía en Francia buscando a un hombre que desapareció hace dos años; recuerda el desembarco en Normandía durante la II Guerra Mundial y acaba sintiéndose el «fantasma de la persona con la cual vivía»; al final asiste a fuegos artificiales y un hombre le pregunta si ha estado alguna vez en una guerra y ante su negativa el hombre le dice: «Pues es más o menos como eso».

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2018)