Sabotaje

El Almirante, jefe del Servicio Nacional de Información y Operación franquista, envía a París al espía Falcó con dos misiones: matar a Leo Bayard, intelectual francés partidario de los Republicanos, y sabotear el Guernica de Picasso. En la capital francesa se pone en contacto con el célebre escritor y este le reprocha su actitud neutra frente a la guerra española; visita la
exposición de Eddie Mayo, la compañera de Bayard, y le compra una foto; posteriormente dará 100 000 francos al francés para su película Cielos de España. Conoce a Gatewood, escritor norteamericano, gran bebedor y hablador, amigo del pueblo español. Con Bayard acude al taller de Picasso y constata que la pintura que debe destrozar va progresando; trata de hacerse amigo de Eddie pero ella sospecha de él desde el primer momento; en una segunda visita al pintor le dice que su cuadro es una «mentira de alta calidad» expresión que le agrada al autor. Pronto logra desacreditar a Bayard ante la NKVD, haciéndole pasar por un fascista encubierto. Por los tejados, Falcó entra el en taller del pintor, recorta un trozo del cuadro del Guernica y deja una bomba artesanal para quemarlo. Eddie le acusa de la caída de su compañero y el espía casi confiesa: «Cada cual hace su trabajo». Sin embargo Falcó está disgustado pues Picasso va a pintar otro Guernica gracias las fotos tomadas por Dora Maar a lo largo del proceso. En el epílogo, tras otras
muchas peripecias, Falcó y el Almirante visitan la Exposición Internacional de Artes y Ciencias; Falcó ofrece a su jefe el trozo de lienzo del Guernica, pero este lo rechaza en tono burlón.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2018)