Resumen
Una demanda de paternidad, presentada ya entrado el siglo XXI por la hija de Santiago Murube, fallecido cuarenta años antes, motiva la breve estancia de Lola, una reportera de televisión, en el pueblo andaluz en el que sucedieron los hechos. Los Murube son los señoritos del cortijo. A la muerte de D. Fernando, el 18 de julio de 1936, su viuda hará las veces de madre y padre de Santiago, que nacerá sólo una semana después, Ella tiene el mando, pero no puede evitar que el joven se enamore de Isabel, una criada, la madre de la reclamante del apellido y la herencia 80 años más tarde. Así, el relato se extiende desde 1936 a 2017. Los dos acontecimientos principales son las muertes de los dos Murube, padre e hijo (éste a punto de ser nombrado ministro en el primer gobierno de la Transición), rodeadas de misterio y contradicciones, tanto sobre el cómo (accidente, asesinato, suicidio) sobre como el quién (la familia del falso marqués, envidioso del poder de los Murube, puede haber sido
inductora, incluso ejecutora) Lola dispone, como guía de su investigación, de la información de Belmonte, administrador de la familia, como ya lo fueran su abuelo y su padre. Éste, fiel servidor de sus señores, a la antigua usanza, llevaba un diario y escribía notas que son la base del relato, pues la hija legítima
de Santiago, Blanca Murube, se niega a hacer cualquier declaración, como ya hiciera su madre cuando en el año 1961 fuera entrevistada por un periodista. La relación de Lola, que se siente muy sola aunque está casada y es madre de un adolescente, con Belmonte constituye la trama secundaria de la novela.
(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2018)