Resumen
El protagonista de Gudari zaharraren gerra galdua (La guerra perdida del viejo gudari) es un anciano que perdió una pierna tras ser gravemente herido por una metralla mientras combatía en la Guerra Civil. Ha de ir al notario para conseguir un acta que le permita pedir la pensión que le corresponde como minusválido republicano de la guerra. El cuento está dedicado a un gudari (combatiente del ejército vasco) real, amigo del autor, y se centra en los hechos históricos que acontecieron en Intxorta el 20 de abril de 1937. El protagonista perdió su pierna el mismo día que las tropas fascistas comenzaron a avanzar a través de Bergara y Arrasate.
Los comentarios metanarrativos que contiene el texto conducen, tal y como ha explicado la crítica, a una metaficción historiográfica. Esto es, a la vez que saca a colación acontecimientos y personajes históricos, refleja la idea de que cualquier esfuerzo por recuperar el pasado implica reinventarlo. Cada personaje (el protagonista y sus dos testigos) tiene su forma de dar testimonio ante el notario (11). Esta diversidad del modo de narrar un mismo hecho, en términos de los estudios de la memoria, se traduce en que los lugares de memoria (como Intxorta, entre otros) son lugares de conflicto. En el cuento se contraponen la narrativa del viejo gudari que trata de conseguir la pensión que le corresponde, y que fue un testigo directo de la contienda, y la narrativa del notario que escucha este testimonio desde fuera y lo vive como un trámite administrativo. El acta notarial que realiza el notario es defectuosa y los testigos que lleva el protagonista ante el notario tampoco fueron realmente testigos oculares del suceso (48).
Por otra parte, pese a que esta sea la huella más visible de su pérdida, no es su pierna, sino la muerte de su amada Miren, la verdadera pérdida que ha sufrido el protagonista. De ahí que su reloj (y por extensión, su vida) quedara petrificado a las cuatro y media de la tarde, justo a la hora en que mataron a Miren (17, 60) cuando huía del bombardeo.
El viejo gudari, al ser anónimo, podría ser cualquiera. De acuerdo con la crítica, Saizarbitoria consigue sacar a la luz los rasgos más humanos y miserables del ser humano. Es significativa la forma que tiene de despedirse el protagonista cuando va a la guerra: «dile a mi madre que hoy no iré a comer» (18), le dice a su vecino. Es decir, sobresale la idea de una guerra sin héroes. Según la crítica, es esta la memoria que el autor ha ensalzado en sus obras: el honor y la dignidad de los perdedores de la Guerra Civil (32, 41…).
Al final del cuento, el protagonista vuelve al lugar en el que Luis Amiano enterró su pierna (cerca de la ermita de la Ascensión) y a medida que empieza a escarbar la tierra, se da cuenta de que nunca la recuperará. Nada más aceptar esa pérdida (la muerte de su amada Miren) el protagonista cae muerto. En una palabra, la clave del cuento, reflejado ya en el título, sería la pérdida.