Resumen
Tras conocer en Londres al teniente Charles Owen, el periodista Frederic Malcom se interesa por la historia de Ramón Huertas, hombre con el que a inicios de los 40 Owen compartió prisión en el campo de concentración de Althausen y con el que trabó gran amistad. Decide así viajar rumbo a Alicante con el propósito de entrevistarlo. A sus 81 años, ya en 2002, Huertas le cuenta su historia a corazón abierto en la terraza del Café Vienés de Elche, momento a partir del cual nos adentramos en la historia insertada, el narrador protagonista releva al omnisciente y se instala una focalización interna. Este relato enmarcado, que abarca la mayor parte de la novela, arranca en el verano de 1936, en la inmediata preguerra, y concluye con el regreso a España en 1951 y la situación española en los últimos años de la dictadura.
Desde bien pronto Huertas ya se muestra comprometido ideológicamente con el problema de España, formando parte de las JSU. Su compromiso fue creciendo hasta adentrarse en las entrañas de la Guerra Civil trabajando como ayudante de cirujano en el Hospital de Urgencia de Madrid junto con su tío Fernando, momento en que decide que estudiaría medicina. Allí fue testigo de los múltiples horrores de la guerra: pronto comenzaron a caer bombas alemanas sobre tierras españolas, utilizadas como zona de ensayo para el genocidio que se llevaría a cabo pocos años después en toda Europa. Ya en marzo de 1939, respirando un claro aire de derrota y aconsejado por su tío, Huertas zarpa en el Stanbrook rumbo a Orán, buque inglés que pese a todo dejó en tierra a miles de personas. Huertas fue el pasajero 2058, trasunto del familiar de Escudero Galante, José Escudero Bernícola. Pronto el protagonista descubre que su sitio no está en Orán, sino en París. Allí conocería a otros exiliados que ante la ocupación alemana trataron de escapar, pero la detención no se hizo esperar: Huertas se vio recluido en 1940 en una fábrica de los aviones Junkers en Magdeburgo, tras defender su embrionario francés para evitar ser repatriado. Gracias a “el repartidor” logra escapar, y pronto se encuentra de nuevo en París en 1942, donde acude al café Martinique, en el que “Pigeon” le presenta una de las organizaciones de la Resistencia francesa. Sin embargo, el nazismo le pisa los talones, siendo pronto detenidos cinco de la Resistencia, Huerta entre ellos. Manteniendo su identidad francesa como el parisino André Dumond, es enviado al campo de concentración de Altshausen, donde conocerá a Owen, quien le enseñará inglés, esencial para su futura formación médica y para su supervivencia. El 3 de abril de 1945 se libera el campo de concentración gracias a la intervención de los aliados. Logra encontrarse en Hendaya con su familia, aun consciente de no poder volver a España. Regresa entonces por tercera vez a París, ingresando en un hospital como ayudante sanitario. Su carácter nómada persiste: en 1945 marcha en el buque “Colorado” para cursar sus estudios de medicina en la Universidad de Chicago, en reconocimiento de sus servicios por parte del gobierno de EEUU. Regresa a España en 1951, al saber que las medidas del régimen se habían flexibilizado, donde trabajará como médico rural hasta los últimos años de la dictadura. Tras la muerte de Franco se realiza el esperado homenaje a Miguel Hernández en su tierra natal, Orihuela. Entonces se retoma la historia marco: Huertas subraya la importancia de recuperar la memoria histórica, que debe darse a conocer para evitar que los errores de la historia se repitan.