Adiós, padre eterno

Novela satírica que va desde 1931 hasta el final del franquismo. La voz de la narración recae sobre Agonías, uno de los seis hijos adoptivos de un padre franquista de carrera (primero militar y luego economista). Se trata de una novela esperpéntica que propone múltiples padres: el adoptivo, Dios, la Patria, un profesor, el padre rojo (Mao).
Destaca la crónica generacional, de modo que la familia del narrador es espejo de lo que sucede en el país, la confrontación entre padres e hijos se evidencia en sus múltiples sentidos.
Adiós, padre eterno comienza con el protagonista narrando como su padre, después de que su madre le abandonara, su padre (el abuelo del protagonista) fuera ejecutado y él fuera obligado a alistarse en el bando nacional. El padre se enamora de una gaditana, pero en una de sus visitas a Cádiz y antes de que pudieran casarse, los padres de ella le comunican que se la ha llevado un ángel. Tras eso, el hombre decide adoptar seis varones, entre ellos el protagonista: Agonías. Les inculca sus ideales fascistas y de amor a la patria, por lo que chocarán ideológicamente con su prima Ástrid, de ideas revolucionarias, cuando vaya a visitarles un verano.
Entrado en la adolescencia, Agonías se prenda de una auxiliar de la casa llamada Soledad. Ella, que quiere tener hijos, escoge a Agonías para que sea el padre, pero no consiguen ir más allá de un primer intento puesto que él se asusta e incluso acude a un profesor, el padre Angélico, para expiar su pecado. Ástrid, luego de un verano juntos, le mostrará que concibe el sexo de modo contrario a cómo lo ve Agonías, es decir, sin culpabilidad. Así, cuando Agonías siente atracción sexual y, por lo tanto, culpa, reza a una estampa de su madre que su padre le había entregado. Ástrid ríe y le desvela que esa no es su madre. Se devela, entonces, que la madre de Ástrid es la gaditana de la que se había enamorado el padre de Agonías en su juventud.
Cuando regresa a Madrid, descubre que sus hermanos también han comenzado a explorar su sexualidad y quieren dar una fiesta en la que puedan intimar con sus invitadas (Consolación, Socorro y Amparo). El padre de los niños les descubre y lo impide. Después de este evento, cuando los chicos entran a la universidad, comienzan a militar en la célula comunista clandestina de la Joven Guardia del Padre Rojo junto a Amparo, Consolación y Socorro, y a partir de aquí la novela se llena de discursos progresistas de clase y género. Se despiertan tensiones entre Agonías y el padre Angélico, líder de la célula, y más adelante entre Agonías y su padre, que lo expulsa de casa cuando el hijo le enfrenta por defender al régimen. Agonías pasa a vivir con Amparo, Consolación y Socorro, y solo se reencuentra con su padre cuando este cae enfermo.
La novela también explora en su línea fantástica una relación sobrenatural entre el padre de Agonías y el Padre de la Patria, según la cual caen enfermos al mismo tiempo y de lo mismo, lo que provoca que algunos cargos importantes del régimen sugieran que se produzca una reencarnación del Padre de la Patria en el padre de Agonías. Sin embargo, los planes se frustran cuando un médico tropieza con el cableado que mantiene vivo el cuerpo en estado vegetativo del padre de Agonías, matándolo tanto a él también como al Padre de la Patria.