5 de agosto de 1936

 Anselmo Cerrato, exiliado en México, regresa a su pueblo natal, Llerena, en Badajoz, poco después del golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Le acompaña su nieto, Daniel, chileno, quien vive con él desde la desaparición forzada de sus padres. El objetivo es reencontrarse con su pueblo natal y los amigos supervivientes, pero también saber dónde están enterrados sus padres, intentar recuperar una libreta con anotaciones que escondió en el cine del pueblo y saber qué fue de su novia de entonces, Manuela Penco, con la que no pudo restablecer el contacto después de la guerra. Su presencia despertará los recelos de la ultraderecha local y de la Guardia Civil, llena de franquistas entre la tropa y los mandos intermedios, pero también la simpatía de otros vecinos, entre ellos los militantes del Partido Socialista Obrero Español. La novela alterna capítulos narrados por Anselmo desde un momento cercano a los acontecimientos en los que va reconstruyendo los hechos sucedidos en la fecha que da título a la novela, cuando Llerena cayó en poder de las tropas sublevadas con otros narrados por su nieto Daniel desde el presente.